Comunicación entre ordenadores
Elementos y configuración de una red
Para formar una red es necesario conectar físicamente los ordenadores entre sí por medio de cables adecuados. La conexión se realiza a través de un puerto específico que comunica con la tarjeta de red, instalada sobre la placa madre. La tarjeta de red constituye el hardware necesario para que pueda tener lugar la comunicación entre los ordenadores. También es indispensable que los ordenadores de la red dispongan de un software concreto que permita la transferencia de información entre ellos.
Además de los ordenadores, también se podrán instalar en la red recursos físicos, como impresoras, escáneres, etc.
Todos estos elementos se pueden conectar en determinadas configuraciones o topologías. Cada una tiene sus características particulares. Parámetros como la distancia entre los puestos de trabajo o el coste de infraestructura influyen a la hora de elegir una configuración. Las configuraciones más usuales son la configuración en estrella, en anillo y lineal o bus.
Configuración en estrella
Esta configuración tiene un carácter de centralización. En ella todos los ordenadores actuarán como terminales conectados a un ordenador central, denominado servidor, o a un repartidor de información. Cualquier transmisión entre diferentes puntos de la red pasará por el servidor, de forma que este controlará la difusión de la información.
Una ventaja de esta configuración es la flexibilidad para modificar el número de ordenadores de la red. Pero tiene una gran dependencia del servidor, no pudiéndose utilizar la red si falla este. La comunicación entre cualquier puesto y el servidor es rápida, aunque su utilización se destina a pequeñas redes, dado que el hecho de que toda la información pase por el servidor hace que el flujo de información sea más lento cuanto mayor número de ordenadores estén funcionando en red.
Ejemplos de redes con conexión en estrella: redes Fast Ethernet y redes 10 Base T Ethernet.
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